Tratamientos comunes del cáncer de próstata

Vigilancia activa

Vigilancia activa no significa solo tratar el cáncer de manera activa, sino controlar el avance del cáncer en el tiempo a través de pruebas de diagnóstico repetidas. Estas evaluaciones regulares incluyen pruebas de PSA, resonancias magnéticas, examen rectal digital (DRE) y biopsia. Debido a su naturaleza, la vigilancia activa es una opción para el cáncer de próstata de riesgo muy bajo o bajo.

 

Para obtener más información sobre esta técnica y lo que puede hacer la tecnología KOELIS^®, consulte nuestra página sobre Vigilancia activa.

Prostatectomía radical

Una prostatectomía radical es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa la próstata completa. Es una operación habitual que se puede llevar a cabo utilizando técnicas tradicionales o con la ayuda de un robot. Se ha descubierto que la cirugía robótica reduce el dolor y el sangrado postoperatorio. Sin embargo, los efectos secundarios siguen siendo similares a los de la cirugía tradicional.

 

Radioterapia externa

En radioterapia externa, los rayos ionizantes se dirigen a la pelvis del paciente y se centran en la próstata para irradiar toda la glándula. Los rayos causan alteraciones en el ADN de las células cancerosas, provocando su muerte. Los protocolos de radioterapia pueden involucrar una gran cantidad de sesiones según la estrategia de tratamiento y el equipo del hospital.

 

Radioterapia interna Braquiterapia

La radioterapia interna, también conocida como braquiterapia, es una opción de tratamiento en las que fuentes radioactivas se introducen dentro de la próstata. Estas fuentes diminutas (llamadas semillas) tienen el tamaño de un grano de arroz y emiten radiación dentro de un área de unos pocos milímetros. Normalmente, se utilizan 60-100 semillas, según el cáncer que se va a tratar.

 

Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento que se recomienda principalmente para cánceres de próstata avanzados que han entrado en extensión metastásica. Detienen las células cancerosas evitando que se multipliquen. No trata el cáncer, sino que limita su progreso y agresividad. Esto significa que la quimioterapia se utiliza junto a otros tratamientos más radicales que pueden eliminar totalmente o destruir el tumor.

 

Tratamientos alternativos

Se están investigando técnicas más nuevas para complementar la gama ya existente de opciones de tratamiento. Sin embargo, las sociedades urológicas internacionales no las recomiendan tan ampliamente como las técnicas anteriores. Estos procedimientos pueden ser de toda la glándula, es decir, toda la próstata se puede tratar, o subtotales (hemiglándulas o ablación focal).

Las ventajas de una ablación subtotal son que se puede tratar la única zona cancerosa de la próstata, dejando la parte sana sin tratar, y por consiguiente conservar mejor las funciones urinarias y eréctiles. Sin embargo, la ablación subtotal o focal sigue sometiéndose a investigación clínica y requiere mayor evidencia clínica antes de implementarse en las directrices clínicas.

Crioterapia

La crioterapia está diseñada para matar las células cancerosas congelándolas por debajo de -40°C. Para ello, se introducen aguas de crioablación (normalmente 4-8) en la próstata vía transperineal. Las agujas producen frío, que destruye las células al mismo tiempo que reduce el impacto en el tejido y en los órganos de alrededor.

Ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU)

Los tratamientos de HIFU utilizan ultrasonido focalizado de alta intensidad para calentar y matar las células a una temperatura mayor a 60°C. Una sonda ultrasónica específica se introduce en el recto del paciente, y el ultrasonido emitido por esta sonda se centra en varias zonas de la próstata. Como resultado, hay un aumento local de la temperatura, que mata a las células. Esta ablación local se repite en múltiples ángulos y profundidades para producir una ablación que cubre la zona del cáncer.