A pesar de ser una enfermedad grave, la mayoría de los casos están en una fase temprana cuando se detectan, o crecen lentamente. Esto significa que tienen bajo riesgo de expandirse y puede que incluso no requieran ningún tratamiento o cirugía inmediatos, promoviendo y manteniendo así un alto nivel de calidad de vida y evitando que el paciente sufra efectos secundarios como disfunción sexual, urinaria e intestinal después de someterse a tratamientos agresivos y a veces innecesarios.
Por este motivo, es importante centrarse en obtener un diagnóstico preciso del caso de cáncer, lo que permite a los médicos identificar dónde y cómo se localiza la lesión, y su estadio; y así proporcionar respuestas apropiadas para cada paciente.
Hoy en día, las biopsias son la única prueba de diagnóstico que puede confirmar la presencia de cáncer de próstata y evaluar el pronóstico.
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez situada dentro del cuerpo de un hombre entre la vejiga y el recto. La próstata rodea la uretra, el conducto del pene a través del cual pasa la orina y el semen. La próstata cumple una función principal en la micción a través de la presencia de los esfínteres superiores e inferiores.
También tiene una función sexual, ya que es responsable de la preparación del semen y la eyaculación. Por este motivo, los cambios en la función del sistema urinario o sexual de un hombre pueden indicar cáncer de próstata.
Una próstata normal tiene tres zonas: la zona periférica posterior y dos lóbulos simétricos anteriores que forman el adenoma. Este último tiende a crecer con la edad (hipertrofia benigna). A veces, esto puede causar problemas que son comunes en hombres mayores y no siempre son síntomas o signos de cáncer.
El cáncer de próstata puede no causar ningún signo ni síntoma en sus estadios iniciales. En estadios avanzados, algunos síntomas de cáncer de próstata pueden incluir:
¡Estos síntomas no indican la presencia de cáncer! Sin embargo, si experimenta cualquiera de estos síntomas, el primer paso es pedir cita con su médico de cabecera.
La mayoría de los cánceres de próstata se descubren por primera vez durante una revisión porque no tienen síntomas en un estadio temprano. Sin embargo, los cánceres más avanzados pueden causar problemas urinarios o sexuales que pueden revelar la enfermedad. Si se sospecha de cáncer de próstata, se necesitarán algunas pruebas, así como una biopsia final que confirmará finalmente si hay cáncer o no.
Actualmente, el cribado de cáncer de próstata se lleva a cabo de las siguientes maneras: mediante un examen rectal digital (DRE), un análisis de sangre PSA, o una resonancia magnética.
Este análisis mide el nivel de antígeno prostático específico en la sangre. La PSA es una proteína producida por las células en la próstata.
Un hombre con cáncer de próstata presenta a menudo niveles elevados de PSA. Sin embargo, algunos hombres con cáncer de próstata pueden tener niveles bajos de PSA. Además, los niveles de PSA también pueden ser elevados por muchas otras condiciones médicas no relacionadas con el cáncer.
Durante un examen rectal digital, el médico introduce un dedo enguantado y lubricado en el recto y examina la próstata para detectar cualquier irregularidad en el tamaño, forma y textura que pueda ser un signo de cáncer
A lo largo de los 10 últimos años, la imagen por resonancia magnética (MRI) ha progresado y ha demostrado una alta sensibilidad y especificidad para el cáncer de próstata. Sin embargo, esta técnica requiere la experiencia del radiólogo, que trabaja en colaboración con el urólogo y el patólogo para localizar y definir la enfermedad del paciente.
La introducción de la MRI en la gestión del cáncer de próstata ha mejorado significativamente la sensibilidad y especificidad de las pruebas de diagnóstico para las lesiones de alto riesgo. Un radiólogo experto interpretará la resonancia magnética multiparamétrica e identificará y contorneará después las lesiones y les asignará una puntuación del 1 al 5, conocida como escala PI-RADS.
Debido a que la resonancia magnética no puede detectar y caracterizar el 100% de las lesiones, ni evaluar la extensión exacta del tejido, la biopsia sigue siendo el único método complementario que puede confirmar el diagnóstico de cáncer de próstata. Sin embargo, cuando la resonancia magnética revela un alto valor predictivo negativo, el reconocimiento de un experto que concluya la ausencia de lesiones puede llevar al aplazamiento de una biopsia.
Durante más de una década, KOELIS® ha ayudado de manera experta a urólogos y radiólogos de todo el mundo en su práctica clínica habitual ofreciéndoles la última tecnología.
Para dar respuestas personalizadas a cada paciente con respecto a su calidad de vida, hemos desarrollado KOELIS Trinity®, el primer sistema de mapeo basado en imágenes.
Este sistema permite que los médicos realicen biopsias guiadas por fusión de imágenes de resonancia magnética/ultrasonidos transperineales o transrectales precisas y específicas bajo anestesia local o general.
«Gestión de calidad del diagnóstico del paciente»
Cuenta con la tecnología exclusiva Organ-Based Tracking, que mejora la precisión de la biopsia. Sin cambiar las prácticas clínicas estándar, esta técnica ofrece un mayor control de calidad sobre las localizaciones de la biopsia. Un mapeo de la biopsia de próstata individual y preciso es obligatorio y muy valioso para el diagnóstico preciso y el tratamiento posterior de cada paciente.